El año que marca el punto de partida de la historia de Lanjarón es el 1818, cuando seis manantiales del pueblo, entre ellos el manantial Salud, fueron declarados mineromedicinales.
Los agüistas, personas que acudían al balneario de Lanjarón para tomar las aguas, deseaban continuar disfrutando de sus beneficiaos cuando regresaban a sus hogares. El manantial Salud fue el elegido para el Agua Mineral Natural Lanjarón.
Apenas 60 años después de esa fecha, el agua de aquella región andaluza, ubicada en plena Sierra de las Alpujarras, alcanzaba prestigio internacional con la concesión de la medalla de plata en la Exposición Universal de París de 1878.
La primera planta de embotellamiento se construyó en 1950, pero no fue hasta 1990 cuando se erigió la actual, situada en Fuenteaporta, a la entrada del pueblo.
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