Mi amigo Manolo, de Madrid, es un gran coleccionista de chapas de agua; él me reserva sus repetidas y yo le correspondo. Hace unos días me entregó estas 3 piezas y como la chapa sueca lleva el nombre de Carlos Linneo, el padre de la taxonomía moderna, al entregármelas me recordó una frase que se le atribuye: "las cosas hay que nombrarlas para que existan". Así que, confirmo que ha existido este intercambio nombrándolo en el blog y utilizando aquella frase como título de la entrada.
Por cierto me encanta haber conseguido la de Bezoya, ya que me anduvo rozando un par de veces.
Gracias Manolo.
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